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Caminar, la nueva normalidad que ha dejado la pandemia a los tigrenses

Redacción Virginia Serrano

El Tigre.- En los 193 días que han pasado desde que inició la pandemia en el país, muchos son los cambios a los cuales se han tenido que adaptar los venezolanos, y los tigrenses no son la excepción.

La cuarentena total desde los meses de marzo a mayo, semanas de flexibilización y de cuarentena radical desde junio, además de las restricciones en el suministro de combustible han llevado a los lugareños a dejar los vehículos en casa y salir a realizar sus diligencias por las diferentes arterias viales de El Tigre.

Otro de los factores que se le suman a esta nueva normalidad, es que por la falta de gasolina tampoco hay suficientes unidades de transporte público masivo disponible para los tigrenses.

María de Rosas, quien reside en la tercera carrera de Pueblo Nuevo Sur, indicó que debe salir a comprar comida y no tiene carro, y desde que inició la cuarentena pasaba muchas horas esperando algún autobús para trasladarse, por lo que su mejor opción fue caminar.

“Desde que comenzó toda esta situación del virus, las medidas preventivas, las restricciones la mejor opción es caminar para ir a comprar la comida, esos autobuses pasan full, la gente amontonada, es un foco de contagio, qué va, mejor camino”, expresó.

Omar Estévez, habita en la urbanización Lomas del Palomar comentó que no tiene gasolina en el tanque de su vehículo desde hace dos meses, y que es “misión imposible” surtir del carburante en El Tigre.

“Puedo trabajar desde casa, pero a la hora de ir a comprar algo de alimentos para mi hogar trato de cuadrar con algún vecino, para que me dé la cola hasta donde vaya o si me puede dejar en un lugar céntrico desde donde yo pueda caminar para iniciar la búsqueda de precios y comprar, si corro con suerte también tengo la cola de regreso si no me ha tocado regresarme caminando a casa”, destacó.

Lelis del Valle Pérez, quien no reveló donde reside, manifestó que se va a su empleo a pie, por qué no tiene carburante en su auto, y no puede dejar de laborar.

“Gracias a Dios tengo un trabajo y debo conservarlo, y ahora me voy caminando, claro usando todos los protocolos de prevención, debo salir más temprano de mi casa, pero prefiero irme caminando a todas partes mientras no se regule el suministro de gasolina, montarme en una buseta es un riesgo allí no se respetan las medidas preventivas”, afirmó.

Finalmente se ha podido evidenciar en el mes de septiembre un incremento considerable de ciudadanos recorriendo la jurisdicción a pie.

Foto Nehomar Guerra

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